jose maria

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lunes, 6 de enero de 2014

UNA FOTO, UN PENSAMIENTO




FOTO. AUTOR: LUIS CHICOTE
TEXTO: JOSÉ MARÍA FUENTES-PILA

Corteza que cubre el alma de los habitantes de aquel bosque mágico en el que las pasiones anidaban en las ramas de los viejos árboles. Señores depositarios de los secretos de ninfas caprichosas, insipradoras de sueños artesanales, huellas que siguen las luciérnagas para iluminar senderos de esperanza. El bosque se cubre de silencio, añoranza de presencias respetuosas con la danza natural que dirige la luna orquestando los guiños de las estrellas.  Los hombres dejaron de mirar al corazón verde. Abandonaron la rapsodia de su espíritu como parte de un todo en el que la vida sudaba por la savia de los troncos solemnes. Los rincones de la existencia siguen siendo senderos de abrazos, de amor destilado desde lo más primitivo de nuestro contenido emocional.  La ninfa de espalda desnuda camina sin avanzar, buscando las alas que dejó en las quimas de la felicidad. 
Yacen en la sombra escasa de los árboles, los recuerdos de quienes huyeron a estancias de cemento, a palacios de felicidad mezquina. 
La belleza translúcida de gafas que no dejan ver más allá de nuestra propia necesidad de gritar sin ser escuchados por el alma. 
Pero esta noche lloverá. El viento seco de la historia sin historia ha cesado. Esta noche lloverá sobre un bosque de pulsiones, sobre brotes de amor que se trenza en la roca milenaria con la grasa y la sangre de quien acaricia la piedra ondulada como cuerpo de amor  explorado. Esta noche lloverá otra vez en el bosque del silencio que escribe y describe el firmamento de miradas que se alzan a la luna. Y la ninfa encontrará sus alas al despertar cubierta de de una lluvia fina, caricia de nubes agotadas de su incontinencia. 
Y al amanecer, el lobo no cortará el paso del caminante...






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