jose maria

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martes, 6 de octubre de 2015

MANCHA (Hoy me fijé en una mancha)

Manchas son las pupilas abiertas en la oscuridad, claveteadas en las corneas caracolas del amor convertido en mirada. Mancha es la mermelada en la comisura de los labios que ríen confitados de dulzura, el borrón del expediente que me tacha de locura.
Mancha es isla de paz entre sargazos, anhelo y desventura. Mancha es huella que se borra, que desluce el camino para dejar libre el mapa de la vida. Mancha es la blusa mojada por la lluvia, el chocolate que dibuja la nariz de payaso en el cartel que todos ven.
Mancha es la tierra de árido horizonte, donde se inspira el viento entre aspas que señalan el amor desbocado por la dama imaginaria. Mancha es el lienzo que miro cerca, que se abre en la distancia y habla en sus trazos gruesos, convertidos en hilos de fantasía.
Mancha es la sangre en el pecho del caído en la batalla que nunca entendió.  La del niño que enajena la limpieza en su mundo de inocencia. Mancha es la que aparece en el alma cuando pudre la conciencia.
Mancha es nube que salpica el viento de esperanza, la diminuta pesa en la balanza que la inclina de su costal alado riéndose del hierro de la ignorancia. Mancha es la de la sangría de la vida, que es tachable por las manchas del esfuerzo, el coraje y la pasión.
Mancha es la mano herida, la que aprieta embarrada la de quien, sin mancha, se va sin querer irse. Mancha es la que negro deja el mar con la inconsciencia de una mortal presencia de proas y castillos al servicio del idiota. La que aparece entre páginas convertida en letras que cosen torpes versos manchados de amor.
Mancha es la paz en un mundo de guerras, la justicia en la injusticia, la existencia sin más tino que las manos manchadas de codicia.
Mancha, bella mancha eres tú, planeta, mancha en un universo de oscuridad que no es mancha, Vía Láctea que refulge, salpicando el fondo azabache de manchas que son luminarias del alma sin mancha.

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