No tengo por costumbre escribir tribunas aludiendo a actitudes políticas de personas concretas. Para eso están los lugares donde deben producirse los debates. Y en el caso del Ayuntamiento de Santander, el Pleno, es el máximo órgano de representatividad de la ciudadanía. A la vista de la falta de argumentación política esgrimida por D. Iñigo de la Serna, en el debate del pasado 22 de diciembre sobre el frente marítimo, solo se le ocurrió decir: “Usted, Sr. Fuentes-Pila, tiene tirria al Centro Botín”.
El único objetivo de nuestra moción fue invitar al Ayuntamiento a que lidere la escucha activa respecto a la voz de los santanderinos y santanderinas sobre aquello que a todos nos conecta, a todos nos emociona y nos mueve en nuestro sentimiento de identidad: La Bahía de Santander. Y me permito aclararle al Alcalde, puesto que sus intervenciones cierran la posibilidad de cualquier tipo de réplica, algunos puntos sobre este extremo, que, por cierto, nada tenía que ver con la moción presentada al Pleno del Ayuntamiento.
1. La iniciativa privada de la Fundación Botín para el desarrollo de un proyecto cultural de primera magnitud en Santander, siempre ha sido aplaudido por parte del partido regionalista de Cantabria. Y desde este grupo municipal, ya, en la pasada legislatura, así lo hicimos saber. Nadie a levantado una voz en contra de esta iniciativa. ¿Lo sabe, verdad?
2. Sr. De la Serna, tal y como están sus relaciones con su jefe de filas, el Presidente del Gobierno de Cantabria, más valdría que no hiciera gala de tan obsoleta verborrea respecto a las relaciones entre Miguel Ángel Revilla y yo. Es usted, como Alcalde quien tiene que informar a este concejal.
3. La transparencia, la lucidez del liderazgo se vislumbra en quienes no temen la opinión ajena, en quienes recogen con sabiduría las ideas de los interesados y las ponen al servicio del todo, no solo de la parte. Lo que usted llama debate, es solo información, no es participación. Y podría haber liderado la participación, la cohesión de ideas, en vez de dificultar las relaciones entre quienes opinan de diferente manera.
4. Las alegaciones realizadas, no son un secreto. Las expuse claramente el mismo día que las presenté. Y las alegaciones son un derecho, cuando no una obligación en el ejercicio de la seguridad jurídica, de la expresión de las dudas razonables en relación a aspectos concretos de un determinado proyecto. Y esto no quiere decir que “tenga tirria” a nada y a nadie. Solo me produce “repelus” la mediocreidad discursiva, la falta de capacidad para conversar.
5. Quiero por último recordarle, Sr. De la Serna, que soy Concejal del Ayuntamiento de Santander. Y ha tardado más de 4 meses en entregar la información correspondiente al Plan Maestro. Su idea de colaboración “a la carta” no corresponde con la mía. Y sus cabriolas dialécticas para salir del paso buscando el preciosismo efectista, en el intento de derribar a no sé qué miedo fantasmal no tiene justificación. No hurte a la Corporación, a todos los miembros de la corporación, la presentación, al menos de la toma de decisiones unilateral de su grupo.
Sr. Alcalde, no se quede varado en el muelle con un discurso fácil y confrontativo. De nada vale y poco le luce. Cuando discutamos, le invito a centrar el debate, sobre todo por construir futuro entre todos…
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