jose maria

jose maria

miércoles, 27 de marzo de 2013

EL PROYECTO DEL CENTRO BOTÍN SE VA DESVELANDO...

…Poco a poco se gotea el contenido del “barco varado en la bahía de Renzo Piano”. Parece que entre Jonás y Pinocho, narraciones creativas de diferente índole, la ballena inspiradora de la bahía hace la digestión y muestra sus entrañas iluminadas por las antorchas de la Universidad de Yale.  Un proyecto creativo, un proyecto de investigación, un centro al servicio de cambios que favorezcan cambios en próximas generaciones sobre su mirada del mundo, sobre su capacidad para resolver conflictos.
Hay algunos jóvenes estirados que con la sensación de poder que les otorga el pueblo no son capaces de entender la realidad de otra forma que no sea la de mirarse al espejo de Blancanieves, como príncipe caprichoso que se cuela en la alcoba de la señora para observarse y preguntarse sobre sí mismo, espejo, espejito mágico…
Es interesante conocer algunos destellos de lo que se pretende en el seno del Centro Botín, porque de esta forma, podrá desarrollarse gratuitamente un aula de Inteligencia Emocional al equipo de gobierno de la Capital de Cantabria.
No creo que el futuro de la Capital de Cantabria pase por la inauguración del centro Botín. Durante los últimos dos años mucho se ha especulado sobre el proyecto que albergará la panza de este cetáceo arquitectónico. Y considero que ha llegado el momento de conocer la realidad del mismo en toda su envergadura con el objeto de analizar el potencial de retorno que tendrá para la ciudad, para toda Cantabria.
Las reuniones entre el Ayuntamiento, la Fundación Santander Creativa y la Fundación Botín  anunciadas en prensa dejan una sensación de mustia espera, alimentando expectativas e incertidumbres a la par. Porque el Alcalde de Santander se ha pasado dos años hablando de las maravillas de un Centro del que no tenemos conocimiento. Y ahora que empezamos a conocer los mimbres del mismo, parece que estamos ante un interesante proyecto de investigación y desarrollo de la creatividad a través del arte y teniendo como telón de fondo un concepto bien conocido, como lo es la Inteligencia Emocional.  Esto es interesante, sobre todo porque a la capital de Cantabria se la quiere dotar de Inteligencia Artificial. Este asunto del “cerebro de la ciudad” como elemento pensante de la sustancia blanca de los ciudadanos, parece dejar en un frasco congelado la sustancia gris de los santanderinos.

Considero la creatividad como el activo del ser humano que le redefine en la escala evolutiva.
Es, posiblemente, el recurso que le puso de pie en la evolución. Renovar el pensamiento es desactivar fantasmas, sacudirse de legados que a veces condicionan los caminos del cambio.
La capacidad creativa es inherente al ser humano. Es luz que redefine la toma de decisiones, es reformulación de conflictos, es la búsqueda de soluciones alternativas a las ensayadas en la resolución de los problemas. 
Las personas no carecen de creatividad. Simplemente no ha sido explorada o ha sido cauterizada, castrada al servicio de discursos vitales homogéneos.
El acto creativo se establece en la encrucijada entre el emisor del mensaje (creador) y el receptor del mismo (modulador creativo). Es desde esa posición desde la que podemos entender la necesidad de promover las capacidades creativas teniendo como referencia las artes. Pero desde la bidireccionalidad. Es decir, arte genera quien escucha música, quien observ
a un cuadro, quien lee un libro, al ser el elemento transformador del mensaje artístico, creativo del artista.
Santander puede convertirse en un centro de investigación internacional sobre un tema que es desconocido para la mayoría de los ciudadanos. No hablamos de talento, no hablamos de artistas, hablamos e la creatividad colectiva, de la capacidad de redefinirse en el futuro. Y es algo que la Capital de Cantabria necesita. Desde mi humilde entender, tardará en materializarse una base teórico práctica que favorezca cambios profundos en materia educativa, en el conocimiento de la mente, en el comportamiento humano, en la toma de decisiones y en la redefinición de modelos de intervención en la definición de la salud Mental que, desde mi punto de vista es uno de los aspectos donde más puede incidir este proyecto.

En todos estos años de experiencia en la resolución de los conflictos emocionales de las personas, creo que la creatividad es el activo que favorece los cambios. La vida de las personas es un devenir de cambios, jalonada de crisis y estados homeostáticos. Pues bien, considero que es la activación de las dotes creativas la que descubre soluciones nuevas a los mismos problemas que las personas expresan.
Alcohólicos severos que desconocían su capacidad para escribir, personas en situación de trauma que se han salvado del abismo emocional a través de la música, de la pintura, enfermos mentales que descubren su juicio mediante las artes plásticas. Pero la creatividad es también un elemento de carácter social. La representación social sobre la creatividad queda limitada en muchos casos al foro de los artistas, de quienes fueron agraciados con dotes creativas y les diferencian del mundo. Y creo que este aspecto socio cultural ha hecho que la cultura también sufra estancamientos no participativos. Por eso el proyecto en ciernes me parece sumamente atractivo. Porque alberga contenidos de profundo calado, TRANSFORMADORES.
La mente es en sí misma creativa. Cuáles son los activadores de ese potencial es algo que permitirá cambios profundos en las organizaciones humanas, sean políticas, culturales, sociales. Cuando hablamos de creatividad, hablamos de personas. De progreso, de futuro, al fin y al cabo. Cambiar el discurso del déficit por el de las capacidades es algo que ya, desde muchos estamentos científicos y asistenciales se está produciendo.
Pero la creatividad es también sanadora. Ante el sufrimiento emocional es un camino balsámico, poderoso en la atenuación de la angustia, en la regeneración de las expectativas de cambio de las personas.
Creo que la idea de explorar la CREATIVIDAD  puede ser INTEGRAL E INTEGRADORA. Es su belleza la que ensalza la belleza del ser humano en situaciones de dificultad.
El aprendizaje educativo no contempla la creatividad en sus curriculum de una forma clara. Es, crear, una actividad “pirata”, un acto de contrabando intelectual frente al discurso de la causalidad lineal.  Fomentar en las familias la exploración de la creatividad de sus miembros, es invitarles a la búsqueda del tesoro en el territorio de sus relaciones emocionales. Espero con ansia los nuevos pasos de este proyecto, con el fin de analizar los retornos que generará a la ciudad, a Cantabria, de forma que el ARTE se convierta en un vehículo para la activación de la creatividad.
Pero desde luego, no creo que estemos ante un atractivo turístico de primera magnitud. Aunque quizás en los cruceros, el alcalde reparta test de inteligencia y regale un Androide o como cojones se llamen esos teléfonos móviles a cada crucerista que alcance el 100. Es decir, los que se emocionen como locos con su propia inteligencia, pues ese debe ser el concepto que tiene el regidor de Inteligencia emocional

No hay comentarios: