jose maria

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sábado, 4 de abril de 2015

NOSTALGIA



Nostalgia es celosa de su espacio, del olor de las paredes, de las butacas. Las candilejas siempre brillan en la oscuridad. Regenta desde tiempos que no alcanzan a escribir los hombres, un pequeño cine de la calle Del recuerdo, esquina con La Travesía de las Ánimas.
Nostalgia es un ser extraño, de extraña y cambiante belleza, custodio eterno de las interminables cintas de fotogramas que proyecta a sus solitarios espectadores. Personas que aparecen sin previo aviso, sin entrada, silenciosas, para contemplar una película, un cortometraje, tal vez el NODO de sus recuerdos, de sus lágrimas y alegrías.

Acomoda a sus clientes entre las sombras. Y su aroma es azahar en la memoria del espectador. Su cuerpo cambia al sentir las evocaciones de quienes se sientan en las viejas butacas. Cambia a través de las edades de la vida que pesa, de la vida que evapora las múltiples realidades que se dibujan en forma de imágenes en la pantalla del alma. Manos de 50 años, largas y experimentadas, su boca de 30, carnosa y sensual, sus ojos de 60, infinitos, antiguos, como joyas aztecas que no revelan los secretos del ayer. Sus pechos pueden ser de 20 y sus caderas de 40.Pero su cabello blanco, siempre blanco, como nieve sedosa, cogido en un moño milenario.
Nostalgia, en esas hileras de mil recuerdos, entrega su amor a cada visitante mientras ve la película, transformando su cuerpo de mujer en el de un hombre que acaricia las lágrimas de la espectadora. Y el pelo siempre blanco, no esquiva la belleza de su corazón infantil, amando a cuantos por allí pasan, liberando de sus entrañas esa desazón que tan bien conoce ella, entregándose a sus laberínticos recuerdos, convirtiéndolos en parte de su futuro.
Nostalgia susurra, sonríe, desaparece furtiva para correr a la cabina de filmación y poder darle el “FIN”, a ese último, quizás primer espectador de su propia vida.

Así es Nostalgia, extraño ser, lleno de amor, que recopila fotogramas y los pega con mimo desde que el cine es cine, desde que el alma es alma, para hacer de cada persona el bello, épico, protagonista de su vida.


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