jose maria

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jueves, 13 de agosto de 2015

TRENZAS DE CULTURA

Pasa de manos entre instituciones, despachos sórdidos adornados de bellos cuadros, litografías de un pedante pasillo de conocimiento. Cultura que se apila en expedientes, entre salpicaduras de prensa y decorados de cartón piedra que disfrazan la realidad con el barniz de un conocer acrítico, ajeno a la mirada de quienes cultura son, pueblo que siembra experiencias segadas por la guadaña del censor liberal. El que ley a ley organiza un refinado pensamiento único, como alimento que estabula las mentes y tritura las ideas en tarritos de engrudo que engorde los miedos y alivie de esperanza el coraje de quienes creen en los otros.
Cultura son los dedos de la madre tierra, los sarmientos del saber que trenza historias como un relato que trasciende. Historias, como cada pelo níveo, que la tijera de la existencia no corta. Cultura son trenzas que te tejen cestos de sabiduría que se pasan de brazo a brazo, de hombro a hombro, puentes invisibles de pensamiento, archipiélago de experiencias que constituyen un pueblo. Cultura, lengua de mar que explora otros territorios, sintoniza orillas desconocidas y arrastra en su resaca la riqueza de lo nuevo. Cultura es pueblo, pueblo que emerge en su talento colectivo, pueblo que se sacude de los marcos en los que atrapó su historia una parte de la historia. Cultura es la voz susurrante de narrativas que brotan, que cuestionan la rigidez para permitir que el niño crezca en su mundo de fantasías, bebiendo de las fuentes del saber narrado desde la humildad del no saber. Cultura es la musicalidad de las matemáticas, la plasticidad de las células, la bella danza de la naturaleza intentando respetar a los seres humanos, pidiendo el respeto en su presencia. Lo es el pergamino, el brillo de una pantalla táctil, la mente abierta a la balconada de la inocencia que se nutre poniendo en cuarentena las más grandes verdades que apuntalan el pensamiento. Cultura es hablar con palabras, sin palabras, co construir, explorar, sabedor del riesgo de no encontrar. Cultura es el barbecho de las futuras cosechas del pueblo, la raíz que nutre la savia del árbol del conocimiento, el territorio de cada uno que se hace de todos, que no excluye, que abraza, que permite legitimar al otro sin prejuicios. Cultura es identidad, la que cada ser humano construye como único e irrepetible… Y es pertenencia, la de quienes comparten el olor de la tierra como parte de su alma, tierra que no es otra cosa que la idea común de justicia. Manos sabias que tejen en cada rincón de la existencia, manos sabias porque trenzan, sabedoras de que son aprendices de todo, maestras de nada.
Cultura es más, desde luego, que estas humildes palabras. Pero estas son las que me brotan en este instante pensando en ella…

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