Expulsado del mundo de estrellas y sueños, agarrado a la
inocencia de balones y peonzas, de batallas por luchar, mire levantando la
cabeza sin reconocer el mundo en el que me miraron diciéndome que era yo.
Caminar entre zanjas y trincheras, buscando cuevas en las
que vivir la aventura de la desnudez
El arte como idioma universal, la belleza de los ojos
sabios que observan y recogen
Ausencia de un talento para todos, entre codicia, maldades
del género idiota, vota, vota, la pelota del mediocre. No danza el mundo
solidario, no se abrazan los desconocidos al conocerse cómo especie.
No se besa el planeta con la luna, no escribe poemas el
rey.
Vasallaje sin más revolución que la sangre que tiñe los
mares de la libertad.
No entiendo las quejas, no entiendo la huida del dolor que
nos toca soportar. No entiendo no estirar el brazo ante el herido, no entiendo
la dificultad para apoyar.
No soy de este planeta que no es malo, que me aleja de mis
vuelos entre héroes y tumbas.
No soy de este planeta que olvida, que admira consumiéndose
a sí mismo, como banquete nupcial, en la esperpéntica boda de demonios de
papel.
No soy de este planeta sin mar de sueños, que castra la
creatividad, que habla sin escuchar, que no viste el presente de gala para un
futuro que no me importe no ver, porque futuro es en territorios de paz.
No soy de este planeta porque no conseguí aprender a hacer
trampas al ajedrez de la existencia.
No soy de este planeta porque no soy hombre listo, listo en
el regateo del competir.
No soy de este planeta porque no siento placer en el abrazo
del poder, en el anhelo del abrazo de quien honra el monigote que hay en mí.
No soy de este planeta porque la razón que lo mueve no
encaja en el círculo que se convierte en cuadrado cada vez que lo dibujo en la
arena.
No soy de este planeta por idiota, quizás, pero la luna no
me llama para mirar el planeta del revés.
No soy de este planeta porque no intercambio la vida y las
emociones, porque miro con curiosidad los ojos de quien me mira con ira.
No soy de este planeta, no es huida, ni renuncia, aunque
esfuerzos hago, cual marciano azul turquesa y rabo bermellón, disimulando con
trapos de mil roles mi paso disimulado por las calles del planeta.
No soy de este planeta enredado en mis fantasías que inocente
expreso, porque quiero hacer trajes de paz con la espuma de las olas.
No soy de este planeta, y al no serlo, te descubro en toda
tu intensidad.
No soy de este planeta, es una suerte, marciana de negro
atuendo, luminaria amarillenta, espejo de la luna que se muda de color.
No soy de este planeta, paseando entre simios que veneran
su libertad truncada.
No soy de este planeta, al encontrarme en Plutón sin más
oxígeno que tu aliento y sentir que es cósmico algo que me gusta llamar amor.
No soy de este planeta porque sigo admirando a los viejos
griegos, porque morir es un acto de honor
Porque vivir no es para mí respirar, sino pintar de colores
el dolor gris.
Mover alas invisibles en quienes pesan toneladas de
angustia, porque el planeta es el alma, que mira azul el reflejo del mar.
No soy de este planeta, o quizás sí y no lo sé, porque no
suelto ni soltare ese lápiz que es mi pistola de juguete, con la que volar y
mirar extrañado ese planeta azul.
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